- DISTANCIA: 9,7 km
- ALTURA MÍNIMA: 825 m
- ALTURA MÁXIMA: 2.100 m
- ASCENSO ACUMULADO: 1.423 m
La segunda jornada de este periplo del puente de Todos los Santos de 2012 por el Rif, nos llevó a una dura ascensión desde Meckralla a la cumbre oriental del Jbel Tisouka. Esta vez sólo nos llovió en el momento de comer, aunque la niebla si que nos acompañó, sobre todo por encima de los 1.500 m. Los primeros tramos discurren por una empinada ladera donde crecen lentiscos, adelfas, jaras y encinas achaparradas. Conforme ganamos altura empiezan a aparecer los primeros pinsapos, chuja llamados aquí. Cuando alcanzamos la cuerda de esta montaña, son los cedros quienes dominan el panorama, algunos abatidos por la furia de los vientos y tormentas. En la cumbre oriental de esta montaña, a 2.100 m, nos hacemos la consabida foto de grupo y decidimos descender sin hollar la otra cima de esta montaña, ubicada a unos 300 m distancia y 22 metros por encima de donde nos hallamos. Las pocas horas de luz y el mal tiempo nos vuelven a jugar esta mala pasada y por segunda vez nos quedamos sin pisar el punto más elevado. No obstante estamos satisfechos pues el paisaje, a pesar de la niebla, es impresionante. A la tercera será la vencida. Durante el trayecto de descenso atravesamos un precioso abetal, con multitud de peonias, agracejos, arces y algunos tejos. Al llegar a la alberca situada en la pista de Xauen, nos reagrupamos y enfilamos hacia el albergue de Azilane, donde pasaremos nuestra segunda noche.


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Antonio Giraldez observa el poblado de Meckralla |
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En una de las escasas fuentes, observando a las larvas de salamandra |
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José Luis avanza entre la vegetación arbustiva del primer tramo del recorrido |
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Vamos encontrando los primeros pinsapos. Arriba vemos a Jacobo, Herminia y José María... A cenarrrrr |
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Rama del abeto del Rif, chuja en el idioma amazigh |
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Los arces ponen la nota otoñal |
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Antes de llegar a la cumbre atravesamos una alargada dolina |
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La niebal envuelve en misterio el bosque de pinsapos rifeños (chuj) |
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Piñas de cedro |
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En la cuerda proliferan los cedros atlánticos, algunos fulminados por los rayos |
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Flores masculinas de cedro |
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Ya estamos cercanos a la cumbre oriental |
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Foto de grupo en el Tisouka oriental (2.100 m) |
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Rafa, uno de nuestros guías |
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Descendemos hacia Azilane |
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El bosque es precioso |
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Foto en un tronco de pinsapo yacente |
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En estos enclaves proliferan los hongos |
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C.Punto... a lo suyo. A la zaga le sigue Teresa |
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Aquí, rodeados de agracejos y pinsapos vemos a Antonio, José Luis, Herminia, Patricia y Oscar |
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Más hongos |
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Uno de los tejos avistados |
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Tronco seco de pinsapo con huellas de larvas |
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El tejo con su fruto |
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Descendemos por una empinada y abierta cañada |
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A cotas más bajas aparecen los pinos carrascos |
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Hoja de arce |
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También proliferan por aquí los pinos negrales, algunos de altura y grosor considerable |
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La humedad del bosque es patente en los tramos más bajos, donde conviven pinsapos, encinas, pinos y otras especies |
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Un pinsapo tipo: Paco Marín |
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Las chorreras caen por abismales cañadas |
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Atrás el bosque que hemos descendidos desde las nieblas |
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La entrada al albergue de Azilane |
1 comentario:
Preciosa ruta, con fotos muy chulas como de costumbre. El porte de los pinsapos y el color otoñal de los cedros, junto con esa niebla, las impresionantes chorreras desde gran altura y otros elementos del paisaje creaban un entorno mágico a vuestro alrededor.
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