- DISTANCIA: 18 km
- ALTURA MÍNIMA: 649 m
- ALTURA MÁXIMA: 1.528 m
- ASCENSO ACUMULADO: 1.066 m
- SOLICITUD DE TRACK: sendericus@gmail.com
Partimos desde el aparcamiento aledaño al suntuoso santuario de la virgen de Arantzazu, cuya arquitectura se aleja de todos los canones conocidos en los edificios religiosos. La verdad es que se integra bien en el paisaje y al menos, a nosotros, no nos parece que tenga impacto visual negativo alguno. Se deja atrás el monasterio y se avanza por una pista siguiendo las balizas del GR-282 en su etapa 19 Arantzazu-San Adrián. Los primeros tramos discurren a través de un frondoso bosque donde dominan las hayas. Estamos inmiscuidos en el Parque Natural de Aizkorri, uno de los más visitados en Euskadi. Poco a poco el sendero se empina pero el esfuerzo se acaba al pasar por el collado de Elorra, el cual nos posiciona en las campas de Urbía. Seguimos el sendero más marcado, el de la izquierda, para pasar en poco tiempo junto a la ermita de Urbía y un merendero, donde comeremos a la vuelta. El sendero se halla franqueado por fresnos que fueron sembrados hace bastante tiempo por el que fue capellán de la ermita, el padre Lasa. Sin duda, una buena acción que permite a los montañeros caminar a la sombra de estos magníficos árboles, que hoy, más que nunca, cumplen su función, pues hace una calor que traspasa con creces el bochorno.
Atrás dejamos el merendero y avistamos una panorámica general del macizo donde descuellan desde el suroeste al noreste las cumbres de Arbelaitz (1.513 m), Aitxuri (1.551 m), Aketegi (1.549 m) y Aizkorri (1.528 m). Es del gusto de los montañeros realizar la crestería, aunque nosotros, en esta ocasión, nos limitaremos a subir al Aizkorri, que sin ser el más alto entre sus vecinos, es la cima más apetecida.
Atravesamos la regata de Urbía, donde abunda el ganado lanar y equino, y ascendemos levemente por el carril hasta llegar a la altura de las txabolas de Arbelar, donde los ganaderos tiene su aguardo. Aquí se quedan Patro y Rafita, pues la calor es asfixiante y la vegetación arbórea en el tramo que resta brilla por su ausencia. Asumo sólo el ascenso por la pedrera, paso junto a una veleta y enfilo en paralelo a la crestería el camino hacia el Aizkorri. Arriba, a tiro de piedra, veo el geodésico del Aketegi y algo más adelante el elegante tajo de Aitzabal, el cual, tras rodearlo por la derecha, nos coloca junto a la ermita del Santo Cristo y un coqueto refugio de montaña.. Por encima, a excasa distancia hallamos una cruz en la cima y el buzón montañero.
Las panorámicas no son muy buenas pues la calima impide escudriñar el horizonte; no obstante se adivinan el Txindoki, la sierra de Andia, Beriain, Urbasa, etc. Es tan agobiante la calor, que me encuentro sólo en una cumbre que habitualmente es visitada por numerosos montañeros.
Regreso pronto para reencontrarme con mi hijo y esposa y tiramos para el merendero donde nos tomamos unas cervecitas muy frescas y comemos unos combinados de lujo. A pesar de que la carta sólo está en euskera, el camarero nos la traduce gentilmente.
De regreso hacemos cumplida visita al santuario y después nos encaminamos a Oñati, una bonita ciudad a la que llaman la Toledo vasca.
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Espectacular torre del santuario de Arantzazu |
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Caminando entre el hayedo |
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Collado de Elorra |
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Los fresnos dan sombra a los caminantes y a los caballos, abundantísimos por estos pagos |
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La ermita de Urbía |
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Campas de Urbía |
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Las dolinas como esta, son abundantes |
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Entre los roquedos vemos las txabolas de Arbelar |
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Subiendo hacia la cresta del macizo |
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Una panorámica a la campa donde se distingue el merendero, la ermita de Urbía, el collado de Elorra y los fresnos que cortejan el sendero |
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Camino del Aizkorri |
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El risco de Aitzabal |
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Si no me equivoco, la ciudad de abajo es Oñati |
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El Aketegi detrás del risco de Aitzabal |
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La ermita del Santo Cristo y por debajo el refugio |
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Una panorámica de las campas de Urbía y del macizo principal |
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La cima con la cruz y el buzón montañero |
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En las dolinas crecen a su abrigo numerosos helechos y las bonitas dedaleras |
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Por el hayedo de regreso de la ruta |
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NOS VEMOS EN LAS MONTAÑAS |
2 comentarios:
Chiquillo, no se te ve, déjales la cámara, aunque solo sea un ratito.
Arántzazu me gusta, pero es un poco llamativo que esté hecho con granito cuando toda la montaña es caliza. En fin, estos arquitectos. ¿Te fijaste en el apostolario de la fachada principal? Dicen que el escultor puso también a Judas, por eso hay 13
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