El segundo día de nuestro periplo por las comarcas norteñas de Cáceres nos fuímos al celebre y bonito Valle del Jerte, donde se ubica una de sus gargantas más famosas, la de los Papuos. Para acceder hay que subir por una pista que nace junto a la oficina de turismo, situada en la travesía de Jerte. Allí encontramos un panel informativo del barranco y la de un sendero de Pequeño Recorrido que llega hasta el puente de los Papuos, donde acaba precisamente el descenso. Hay que saber que para llegar a la cabecera debemos atravesar una finca privada, por eso es necesario llamar a Jertenatura (Telf. 927 470 090) y preguntar por Victor. Nosotros así lo hicimos y quedamos gratamente sorprendidos por la amabilidad de este señor, que no dudó en aportar toda la información necesaria sobre el barranco y la forma de llegar.
Nosotros dejamos el coche en una explanada junto a la entrada a la finca y desde allí tomamos un precioso sendero a través de un robledal que nos llevó en poco tiempo hasta la zona de inicio del barranco, reconocible por un par de rápeles visibles desde la trocha.
La garganta es preciosa y el descenso muy disfrutón, tiene de todo, 8 rápeles y tres toboganes. Algunas pozas son saltables. El paisaje circundante es sobresaliente y la roca, de tipo granítico, aunque muy pulimentada, resbala menos que otras gargantas del entorno. A pesar de ello hay que tener precaución.
Una vez llegados al puente de los Papuos, se toma un maltrecho carril a la derecha que en unos minutos nos deja donde entramos en la finca privada.
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En el sendero de acceso a la garganta de los Papuos, la cual discurre a la derecha de la imagen |
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Este es el primer rapel |
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Este soy yo |
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Aquí vemos a Rafa Ríos en pleno descenso. Los rápeles, como casi todos en la zona, son tendidos y resbaladizos |
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Por los alrededores se ven robles, algunos alisos y hasta fresnos |
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Las preciosas marmitas como esta se suceden en todo el descenso |
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Yo otra vez |
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Uno de los toboganes |
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El descenso es relajante a no poder más |
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Aquí vemos a Javi en plena acción |
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El que se ha dado en llamar, Miguel Mateos |
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Rafa Ríos saltando a la poza |
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Ahora saltan Miguel y Javi |
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Y como no, el incombustible Salva |
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Existen tramos bucólicos a no poder más |
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Este es el chorro de la Ventera, de 30 m de altura |
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Salva en el chorro de la Ventera |
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Otro espectacular salto de Salva |
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Este tobogán nos hizo volar y repetir, como no |
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Javi se lanza en este tobogán |
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Aquí vemos a Salva en un primer plano |
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Yo en uno de los rápeles |
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Un barranco más que disfrutón... |
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El Ríos con la cámarar de video en el casco |
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Este es el puente de los Papuos, donde acaba el descenso |
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Esta es la lavadora que vimos incrustada en un muro de la pista de acceso al punto de inicio |
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Esta foto, fuera de sitio, corresponde al último tobogán, muy cercano al puente. Atrás vemos a unos bañista que realizaron el sendero que sale de Jerte |
3 comentarios:
Precioso Rafa, enhorabuena
Hola Miguel Ángel, no conocía tu blog. Me ha gustado bastante. Ya te he enlazado en el mio.
Un abrazo
Rafa
Hola Miguel Ángel,Cuanto se tarda en hacer la ruta de descenso?
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