De las antiguas lagunas endorreicas de la meseta de rondeña, cabían destacar las del Juncal, la de Espejo o la de Alberca. Las prácticas agrícolas llevaron a desecar algunas de estas cuencas o a reconvertirlas en campos de cultivo de secano; pero en periodos de fuertes y continuadas lluvias aparecen como queriendo reinvidicar el importante papel ecológico que jugaron en la dinámica de estos ecosistemas, donde otros actores de interés, como las ganaderías de vacuno y porcino, siguen dado vida a esta dehesa, ejemplo magnífico y fiel reflejo de la interacción del hombre y el medio de una manera armoniosa y sostenible.
NOS VEMOS EN LAS MONTAÑAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario