El domingo, 2 de noviembre, mi hijo Rafita y un servidor después de levantarnos más bien tarde, a eso de las 10,00 h decidimos tras ver desde la ventana de casa el puerto de Pilones nevado, subir a a la Sierra de las Nieves, y así fue. Nos vestimos rápido y desayunamos en la venta La Parrilla, donde también nos prepararón sendos bocadillos de tortilla.
Nos encaminamos hacia el área recreativa de Quejigales y una vez allí proseguimos caminando por la bellísima y siempre sorprendente cañada del Cuerno. Al llegar al puerto de Pilones comprobamos que no había caído mucha nieve, pero bueno, ha sido la primera de la temporada y la recibimos con alegría. Arriba, en la cumbre del Torrecilla se distinguían los perfiles de los que más temprano hollarón la mítica cumbre serrana.
Las nubes amezaban con lluvia y las nieblas acurrucadas en la cañada de las Carnicerías transmitían cierta intranquilidad, a pesar de todo nos decidimos por acercanos al peñón de Enamorados, el cual subimos, aunque el frío se hacía notar, casi tanto como el hambre que se manifestaba estruendosamente en nuestras tripas.
Tras hollar el peñón dudamos en retornar a Quejigales por el Canalizo o por la cañada de las Ánimas, no tuvimos que pensarlo mucho, pues la niebla, agazapada, despertó y atenazaba con jugarnos una mala pasada; eso, sumado a la incipiente lluvia terminó por despejar las dudas, así que nos fuimos para el puerto de las Ánimas y descendimos por la mágica cañada de las Ánimas, que ahora, tras la tormentas que derribaron bastantes árboles, se presenta más tenebrosa que nunca
Comimos en los Salistrales, donde el bosque deja un resquizio a las inmensas soledades de Sierra Hidalga. Los hongos, que proliferan ahora por doquier, llenaban el bosque con sus formas extrañas y sugerentes.
Hicimos una breve parada en los Coloraillos, de donde se obtiene una de las panorámicas más bellas de los tajos del Canalizo y peñón de Ronda. Apresuramos la marcha, pasando por la fuente de Molina y la charca que se genera tras las lluvias en un margen, jamas la ví con tanta agua, tanta digo, que cruzaba el carril y se despeñaba por un regajo de pequeñas cascaditas.
5 comentarios:
Increíbles fotos, Rafa...ese domingo por la mañana iba de mi valle a Ronda por la mañana y cuando llegué a la carretera que me lleva a Cuevas pegué un grito jeje que los que iban quedaron impresionados...es que había visto la nieveee y no lo podía creer!!!! y ahora veo las fotos con Rafita y debo decir que tu familia tiene una gran suerte de tener un guía de tu calidad...yo me pierdo hasta en el camino al Convento de Caños Santos...menos mal que mi hija me quiere igual jaja...gracias por las fotos y el relato,una forma de sentir más cerca lo que a veces se ve de lejos...
Ayyy, mi querida Mónica, la alegría del Valle, que suerte contar contigo y con tus animosos comentarios. Lo pasamos realmente genial y disfruto como no te puedes imaginar, con la compañía de mi hijo, es un sueño hecho realidad.
Te veo en el Genal, lo pasaremos chevere.
Un besote
Rafafló
El día 2 no paró de llover en la costa, me extraña que en la sierra no, pero te han salido unas fotos magníficas, sobre todo me alegra ver que por allí arriba había algo de nieve.
Fue una suerte el que no nos lloviera, pues la amenaza fue constante. Ahora sólo falta que nieve con propiedad, hace dos años que no gozamos de este elemento en abundancia.
Saludos
Rafafló
Como siempre fotos preciosas e interesante ruta. A uno tiene que gustarle mucho la montaña y tenerla cerca para salir con el tiempo que hacía.
Saludos
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